Friedrich Nietzsche
Nace el 15 de octubre de 1844 en Röcken, región de Turingia. Perteneciente al reino de Sajonia fue anexionada en 1815 a Prusia. Primogénito del pastor Karl Ludwig, también hijo de pastor, quien se había casado con Francisca Oehler en 1843. El padre había sido preceptor en la corte de Altemburgque murió cuando él tenía 5 años, fue educado por su madre en una casa donde vivía junto a su abuela, dos tías y su hermana. Escribe poesías y compone música. Interpreta al piano a Beethoven y Haydin. Comienza a escribir un diario, así como a pasar las vacaciones con sus tios en Pobles. Muere la abuela materna en abril. Se traslada a otra casa, sin la tía Rosalie. Comienzan su dolores de cabeza y de ojos. Recibe vacaciones especiales por este motivo. Cursó estudios de filología clásica en las universidades de Bonn y Leipzig, y más adelante fue nombrado profesor de filología griega en la Universidad de Basilea cuando contaba 24 años. Su trabajo sobre las fuentes de Diógenes Laercio recibe el premio de la Universidad. El estudio sobre Teognis aparece en el “Rheinisches Museum”, XXII, nueva serie. En enero Nietzsche pronuncia una conferencia sobre la tradición de los escritos aristotélicos. Estudia a Homero y Demócrito. Estudia a Kant a través del libro de Kuno Fischer. El 9 de octubre comienza el servicio militar en la sección de caballería de un regimiento de artillería con sede en Naumburg (sus deseos eran aprovechar esa obligación para residir en Berlín y utilizar sus bibliotecas). Su delicada salud le obligó a retirarse en 1889. Nietzsche llega a Basilea para ser ingresado en una casa de locos, el diagnostico: “parálisis progresiva”. La madre lo recoge y lo lleva consigo a Jena a la Clínica Psiquiatrica de la Universidad de Binswanger. Tan sólo le permiten que lo visite a mediados de mayo. Falleció en Weimar el 25 de agosto de 1900.
Nietzsche recibió influencias de la cultura helénica, en particular de las filosofías de Sócrates, Platón y Aristóteles, también estuvo influenciado por el filósofo alemán Arthur Schopenhauer, por la teoría de la evolución y por su amistad con el compositor alemán Richard Wagner.
Definiciones de juicio moral, juicio ético, juicio estético y la diferencia
Juicio moral: Se llama juicio moral a aquel acto mental que afirma o niega el valor moral ante una situación determinada o uncomportamiento del que somos testigos, es decir, el juicio moral que se da como resultado se pronunciará específicamente sobre la presencia o ausencia de ética en un hecho o actitud.
Los juicios morales son posibles gracias al sentido moral que cada ser humano posee. Este sentido moral es el resultado de los esquemas, normas y reglas que hemos ido adquiriendo y aprendiendo a lo largo de nuestra vida.
Juicio estético: El juicio de gusto estético tiene lugar cuando la representación es referida, no mediante el entendimiento al objeto para el conocimiento, sino mediante la imaginación al sujeto individual y al sentimiento de placer o de dolor generado por dicha representación. Así, el juicio de gusto no es un juicio lógico o de conocimiento, ya que la base de este último es objetiva, mientras que el fundamento del juicio estético sería subjetivo (según Kant, no puede ser más que subjetivo). Toda relación de las representaciones es objetiva, pero no cuando se relacionan con el juicio de placer en el cual el sujeto percibe de qué modo es afectado por la representación. El sujeto es consciente de la representación y de la sensación correspondiente que ésta genera, “considerar con la facultad de conocer un edificio regular, conforme a un fin, es algo completamente distinto de tener la conciencia de esa representación unida a la sensación de satisfacción” (Kant, 1977: 58). Es más, el sujeto cobra consciencia de la representación por el sentimiento de placer o dolor que la misma genera.
Juicio ético: El juicio ético nos permite determinar en qué grado los actos se apegan o alejan de las normas o principios establecidos por un sistema moral. Es ético porque se basa en aquellos criterios que justifican la forma de obrar. Por lo general, los sistemas morales de las sociedades toman como principio aquello que se reconoce como bueno, por ende, se actúa correctamente cuando los actos generan un bien.
DIFERENCIA: la diferencia entre : juicio moral, juicio ético y juicio estético es que comensando por el juicio moral tenemos la capacidad de actuar de manera autónoma y reconocer los valores morales por medio de una acto mental, en el juicio estético usamos nuestra imaginación siendo mas objetivos, y el juicio ético determina como nuestros actos se alejan o permaneces unidos a las normas o principios de un sistema moral.
Autores y representantes / aportes
Immanuel Kant
La crítica del juicio es una obra fundamental en la historia del arte, ya que en ésta Kant desarrolla las dos categorías que marcan una gran división. La categoría de lo bello predomina en el paradigma clásico; la representación como forma determinada rige en la composición de la obra. La categoría de lo sublime quiebra con el límite impuesto por la forma, dejando que fluyan los sentimientos más profundos del ser humano. Kandinsky es el primero en sobrepasar la forma para adentrarse en la abstracción como un medio más puro de expresión, y plasmar en el soporte material el “elemento interior”. Su obra se aleja de la categoría de belleza subsumida a una representación prototípica y se asienta en la sublimidad.
La teoría estética de Kant es una de las teorías fundacionales de la estética en la filosofía moderna y lo es no por ser pionera, sino por ser una síntesis magistral del debate estético del siglo XVIII.
Kant no denominó estética su teoría, sino Critica del gusto, mucho más acorde con sus intenciones.
En la Crítica del juicio, publicada en 1790, Kant analiza los juicios referentes al gusto, es decir, los que afectan a lo bello y a lo sublime de la naturaleza o del arte.
Fundamenta la estética como algo sobrenatural, fuera del conocimiento y la misma moral, como algo especial.
Propuso dentro de una experiencia estética, una suposición, que cuando como sujetos tenemos una posición estética propia, el objeto no tiene naturalmente una base de concepto si no que está relacionada íntimamente con el sentimiento del sujeto.
Ya que los juicios estéticos de Kant representan una idea finalidad, son considerados modos de sentir estéticos a priori. La finalidad estética es subjetiva, pues sabemos que no concibe la naturaleza, mientras que el sujeto es una finalidad subjetiva.
Kant argumenta que los juicios estéticos (o ‘juicios del gusto’) deben tener cuatro características distintivas:
Deben ser desinteresados, esto es, que algo nos da placer porque lo juzgamos bello, no que lo juzguemos bello porque es placentero.
En vez de juicio estético es más bien un juicio de lo ‘agradable’, como cuando decimos ‘me gusta el chocolate’.
Esos juicios deben ser tanto universales como necesarios. Esto significa a grandes rasgos que una parte intrínseca de la actividad de este juicio es esperar que los otros estén de acuerdo con nosotros.
Aunque decimos que ‘la belleza está en los ojos del que mira’, no es así como actuamos. Sin duda, para muchos propósitos, la belleza se comporta como si fuera una propiedad real del objeto, como su peso o composición química. Pero Kant insiste que la universalidad y necesidad son, de hecho, producto de la estructura de la mente humana y que no hay una propiedad objetiva de una cosa que la hace bella.
A través del juicio estético los objetos bellos parecen tener una ‘finalidad sin un fin’ o ser ‘propositivos sin propósito’. El propósito de un objeto es el concepto de acuerdo al cual fue hecho (p.ej. el concepto de una sopa de guías en la mente de la cocinera). Un objeto es propositivo si parece tener ese propósito; en otras palabras, parece haber sido hecho o diseñado. Pero es parte de nuestra experiencia de los objetos bellos, afirma Kant, el que nos afecten como si tuvieran un propósito aunque no se les encuentre ningún propósito particular. No es solamente que el propósito de lo bello resulte desconocido, sino que no puede ser conocido. Aún queda el problema de entender cómo algo puede ser propositivo sin tener un propósito definido.
Friedrich Nietzsche
Nietzsche comprendió bien los límites de la estética kantiana, que es, simplemente, pasiva y reflexiva. Nietzsche se propuso sustituir esta estética del espectador por una estética del creador.
Pues lo que el hombre artista nos enseña -él, que es tan distinto del hombre de conocimiento- es que el arte es «la tarea suprema y la verdadera actividad metafísica de esta vida».
Pero en este caso, para juzgar el sentido y el valor del acto creativo, se impone una vuelta a la oposición griega entre arte apolíneo y arte dionisíaco.
Apolo y Dionisos son, desde distintos ángulos, las más altas representaciones del arte. Pero, a la vez, son opuestos, antitéticos: Apolo significa la belleza de la medida; y Dionisos, el espanto sublime de la desmesura.
Por ejemplo, es apolínea la belleza de los templos que nace del orden y de la armonía de las líneas. Mientras que Dionisos es más inestable y tumultuoso. Surge en la tragedia griega, que es la culminación del arte dionisíaco. Pero, según Nietzsche, en un momento determinado de la historia, el conflicto equilibrado entre Dionisos y Apolo se desnivela, de tal forma que en la actualidad, por ejemplo, la belleza apolínea tiene una enorme presencia en nuestra cultura.
Desde Sócrates, el cual se presenta a sí mismo, en el Fedón, como consagrado a Apolo, el equilibrio se rompe en favor de este último dios, arrastrando insensiblemente a la humanidad hacia una especie de letargo de la voluntad. Toda la filosofía de Nietzsche es la del enigma de Dionisos, en la medida en que a través de este dios los griegos reflexionaron sobre el sentido más profundo de la vida.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
La Estética de Hegel, también posterior a Kant, constituye una obra maestra sobre este asunto.
Hegel hace una grandiosa síntesis histórica en la cual señala tres grandes etapas. El arte simbólico es la época del arte oriental: «La idea corrompe y falsea las formas del mundo real, que ella capta en relaciones imaginarias.»
El arte clásico se corresponde con el mundo griego, es escultural. «Significa la unión, la armonía entre el fondo y la forma, principalmente la forma humana, en la que se fusionan lo espiritual y lo animal.»
La modernidad, por último, es romántica: «Lo absoluto, la subjetividad más matizada, se expresa en el universo infinito de la intuición, en esa movilidad que le es propia y que, a cada momento, ataca y disuelve cualquier forma concreta.»
Friedrich Schelling
Sus trabajos esta influenciados por la Crítica del juicio es el punto de partida de la filosofía del arte.
En Schelling encontramos que la autonomía de la estética obedece a que la belleza a un “concepto eterno”, es decir, un concepto transcendente, entendiendo por ello como un concepto intemporal, aleja de las contingencias y de los accidentes históricos.
Por tanto, la belleza tiene una connotación metafísica, por cuanto expresaría la esencia de vida, esto es sur rasgos universales y eternos.
La autonomía de la estética mencionada por Schelling se centra en que el hecho se basa en lo bello capta la esencia de la vida, ello implica que la belleza es sinónimo de la verdad.
Según Schelling, lo bello es la representación de lo infinito en lo finito, y muestra en sensible encarnación la unidad de lo ideal y lo real, lo teórico y lo práctico, lo subjetivo y lo objetivo.
Para este autor el arte era la culminación de la filosofía y de toda ciencia, en la manifestación artística se hallaban juntos lo inconsciente y lo consciente, lo ideal y lo real, lo finito y lo infinito. El arte era así la expresión máxima del ser humano por quien, como prolongación de la inconsciente Naturaleza, se expresaba lo divino.
En Schelling hay gradaciones y un más y un menos en la belleza, que, aunque tenga una vertiente subjetiva y el juicio no esté matemáticamente determinado, tampoco es radicalmente arbitra-rio y absurdo.
palabras claves
Bello: Categoría estética; en ella encuentran su reflejo y valoración, los fenómenos de la realidad y las obras de arte que proporcionan al hombre un sentimiento de placer estético, que traducen en forma objetivo-sensorial la libertad y la plenitud de las fuerzas creadoras y cognoscitivas del hombre, sus aptitudes, en todas las esferas de la vida pública: trabajo, actividad político-social y vida espiritual. El idealismo (Platón, Kant, Hegel) concebía lo bello como una propiedad del espíritu, de la conciencia (objetiva o subjetiva).
Cuidado: es la acción de cuidar (preservar, guardar, conservar, asistir). El cuidado implica ayudar a la otra persona, tratar de incrementar su bienestar y evitar que sufra algún perjuicio. También es posible cuidar objetos (como una casa) para impedir que ocurran daños.
Estético: lativo a la percepción y disfrute de la belleza, que tiene aspecto bello, artístico.
Arte: es entendido generalmente como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética o comunicativa, a través del cual se expresan ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, mediante diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos. El arte es un componente de la cultura, reflejando en su concepción los sustratos económicos y sociales, y la transmisión de ideas y valores, inherentes a cualquier cultura humana a lo largo del espacio y el tiempo.
Sublime: es una categoría estética, derivada principalmente de la obra "Sobre lo sublime" del poco conocido escritor griego Longino (o Pseudo-Longino), y que consiste fundamentalmente en una belleza extrema, capaz de llevar al espectador a un éxtasis más allá de su racionalidad, o incluso de provocar dolor por ser imposible de asimilar.
Deseo: El deseo se dice del anhelo de saciar un gusto. La agradabilidad que conmueve nuestros sentidos, sea por encauzamiento, o motivado por vivencias pasadas, o por neto reflejo corporal, ya sea por objetos materiales, por saber, por personas o por afectos.





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